lunes, 15 de noviembre de 2021

Todavía no lo saben

 Pero es su letra la que enlaza, por sorpresa, dos vidas que nunca iban a cruzarse. Dos vidas que discurrían paralelas, en lados opuestos de la misma avenida; cada uno con sus soledades y su bata absurda, cada uno tomando su emparedado frío junto a la máquina del café en el trabajo a media mañana. Pero hoy llega su mala letra. Viaja en el bolsillo de un viejecito que, muy despacio, ha salido del centro de salud, ha cruzado el río de coches y entrega el papel en el mostrador:
 

—Uy, menuda letra tiene. Adela, hija, a ver cómo averiguamos qué dice esta receta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

La hora cero

 Nadie, salvo el universo, le hubiera dado la menor trascendencia a la respuesta de ella:  —Queda cerca, pero es complicado; mejor te acompa...