Cuando su padre le dijo que leer era mucho mejor, porque los libros escondían una vida en cada página, el muchacho dejó por unos días la consola para probar si aquello era cierto. Por eso se enfadó tanto cuando terminó Romeo y Julieta. No encontraba por ninguna parte el truco para activar las vidas extra. Y las necesitaba urgentemente, para aquellos amantes que ya no podía sacarse del pensamiento.
lunes, 1 de noviembre de 2021
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Qué bonito y qué buena idea para nuestro jóvenes!!
ResponderEliminarBesicos muchos.