Un corazón de lana y acero comenzó a latir rítmicamente en el pecho de la criatura recién nacida, que lanzó un rayo de croché desde sus pezuñas como saludo al mundo. La oveja acababa de dar a luz asistida por los científicos, que vivían en asombro permanente desde nueve meses antes, cuando a los ejecutivos de la primera gran factoría japonesa de animación se les había ocurrido celebrar el día de la empresa. Heidi se mostró muy ilusionada por conocer a su compañero Mazinger. Nadie podía prever que llevara escondida a Copito de Nieve, ni que esta se escapara. Tampoco que el gigante de acero estuviera tan falto de cariño.
lunes, 11 de marzo de 2019
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