Plan en marcha. En los lavabos me pongo los vendajes, las gafas oscuras, el sombrero y la nariz de pega.
Ahora, dolorido, tras ser golpeado y sacado en volandas al callejón por un escuadrón de gorilas enchaquetados, soy feliz: me han visto.
Como no tenéis corazón, no os importa que yo haya entregado mis mejores años al proyecto Munchausen. Vuestros androides me reclutaron en la...