lunes, 28 de enero de 2019

Efectos secundarios

La primera, la única medida del nuevo gobierno antisistema fue el suicidio en pleno del flamante consejo de ministros. Una medida limpia, brillante, cauterizadora. Las cápsulas de cianuro relucían en su perfección plástica encima de la carpeta de piel de cada uno, junto al grabado dorado del cargo por estrenar. La tragaron todos a la vez, sabiendo que por fin alcanzarían su meta. Pero no contaban con la eficacia saboteadora de sus camaradas de la planta de productos químicos y farmacéuticos.



La primera (pero no única) medida del nuevo consejo de ministros superviviente fue una mera cuestión terminológica. Un extenso tratado lexicográfico publicado en el Boletín Oficial establecía, sin lugar a equívocos, que los miembros del gobierno quedarían para siempre fuera del término maldito. Que el sistema eran los otros.

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