viernes, 3 de enero de 2020

Tradiciones

“Dame el aguinaldo, / carita de rosa / que no tienes cara/ de ser tan roñosa. / La campana gorda / de la catedral / que te caiga encima / si no me lo das...” 
Los chicos cantaban siempre ese villancico, no había más malicia. Pero escucharlo del hijo del campanero, después de lo que pasó, y siendo yo la nueva sacristana, me hizo buscar el monedero sin tardanza.

1 comentario:

  1. UYyyy que no nos coja sin monedero. Muy bueno.Suerte Tomás.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar

Errare humanum est

 Como no tenéis corazón, no os importa que yo haya entregado mis mejores años al proyecto Munchausen. Vuestros androides me reclutaron en la...