domingo, 27 de octubre de 2019

El tesoro

Por paradójico que parezca, la reunión al más alto nivel para acabar de una vez con la matraca del cambio horario llevaba ya una hora de retraso, y no tenía visos de empezar. Mientras todos esperaban mirando a cada momento sus relojes, el presidente, sin ninguna prisa, le mostraba al adalid de la supresión un almacén secreto, cerrado tras cinco puertas acorazadas. Allí, ordenadas y clasificadas con rigor maniático, se alineaban todas las horas perdidas o ganadas en cada cambio, acumuladas ávidamente por el Estado. De allí se sacaban cuando se iban necesitando. Cuando hacía falta tiempo para una negociación, para una solución que era cuestión de tiempo, para dejar que el tiempo lo curara todo, para que ejerciera su función de bálsamo y olvido. Se intercambiaba por oro, por petróleo, por adhesiones. Se usaba para que las encuestas cambiaran de signo. Para darle al líder su aspecto siempre joven en los carteles: “¡Es el tiempo, no el dinero, estúpido!”


martes, 22 de octubre de 2019

Muy fan

Orgulloso como estaba de su retoño, inundaba las redes y los teléfonos de los amigos con peticiones de voto para todo tipo de concursos en línea. Para el de niños talentosos haciendo posturas en la página de la Asociación Infantil de Culturistas. Para el de la mejor bufanda de croché del día del padre. Para el certamen “Dibuja tu ensalada” de una cadena de hamburgueserías que luchaba por redimirse. Solo tenéis que pinchar en el enlace. Votad si os gusta, pero ya os digo que os va a encantar, decía. Cuando al niño, finalmente, le dio por ponerse del tamaño de un armario empotrado, él logró colocarlo en el partido. Aunque cada vez que se celebraban primarias todos huían del papá como de la peste. Porque por más que se lo argumentaban, no entendía que no se pudiera votar al niño solo por ser el guardaespaldas del presidente.

De alguna manera, se supone que debo insistir a mis lectores para que voten en el concurso mensual de La Ventana. Me juego con otros dos compañeros, estupendos microrrelatistas, pasar a la final anual. Aquí está el enlace para votar: http://bit.ly/TRTVotaSemana5
En todo caso, leed los tres y decidid cuál os gusta más, que es lo suyo.

Y como disculpa por esta intrusión en plena época preelectoral, os he dejado este otro microrrelato de arriba, escrito ad hoc.

martes, 15 de octubre de 2019

Reality

A seguir viendo la tele solo se atreven ya los más temerarios. Han vuelto costumbres olvidadas: leer libros, charlar alrededor de una mesa... Cuando introdujeron la interactividad total, era una maravilla tener a tu ídolo cantándote en el sofá mientras acariciabas a un león del Serengueti en otra cadena. Claro que también podías encontrarte a un tribunal de cocineros juzgando el emplatado de tus macarrones, o a muchachos musculosos y tatuados disputándose a tu hija. En casa, la gota que colmó el vaso y nos hizo apagarla fue el asalto a la despensa de aquellos niños famélicos del telediario que nos dejaron sin magdalenas.

(3er premio en la final anual de los Relatos en Cadena de la Ventana, cadena Ser. Escúchalo aquí con la colaboración especial de mi viejo amigo Jerry Lee Lewis)


lunes, 7 de octubre de 2019

Volver a empezar

Tampoco hoy encontré trabajo. Todos pensábamos que sobraría tras la catástrofe, pero las cosas no son tan simples. Cuando descendimos del arca, sorteamos los papeles de cada uno. A García le tocó presidente del mundo y también de la única multinacional. Los otros cinco serían súbditos y mano de obra. De entre ellos, Martínez se ha erigido como responsable de recursos humanos e insiste en que mi condición de excluido es esencial para que los demás desistan de fantasías reivindicativas.

jueves, 3 de octubre de 2019

Daños colaterales

Tan inesperadamente como se abrió, el muro vuelve a cerrarse. Los guardianes recuperan su hieratismo tras las gafas de sol, mientras una niña llora por la madre dejada al otro lado. Un emigrante, con la pierna destrozada por el hormigón, yace en un charco de sangre.

Lejos de allí, el presidente se debate entre la celebración de su puntería, el asco y la lástima. Ante sus ojos, el mosquito que entorpecía su siesta es ahora una mancha aplastada y sanguinolenta sobre el botón que en su escritorio reza: “Apertura muro”.

El mejor de los mundos posibles

 (Relato finalista en el X Concurso de Relatos Marbella Activa) El sujeto que nos ocupa, llamémosle X, tiene ante sí el mar, después de un c...