—Entrar y salir, amor, ya lo verás. Es solo una caja que nos hace falta. Está en catálogo y disponible en tienda, que la he visto en internet.
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Fotograma de El ángel exterminador (1962), de Buñuel |
Ocho días después, tras desayunar otra mañana más albóndigas suecas y perritos con cebolla crujientita, el más joven de aquel grupo heterogéneo y desaliñado se atrevió a insinuar que tal vez había un problema.
Jajajaja. ¡Buenísimo!
ResponderEliminarMuchas gracias. Perdona, acababa de volver del Ikea y no he visto tu comentario hasta ahora.
ResponderEliminarGENIAL, Tomás.
ResponderEliminarSólo con el título y el primer párrafo has conseguido arrancarme una carcajada cómplice.