sábado, 1 de diciembre de 2018

Efecto llamada


Después de lo de Ulises, las sirenas idearon un nuevo sistema mucho más eficaz y descansado. Hicieron dragar su costa y desmontaron los arrecifes traicioneros e inhumanos. A cambio, mandaban sus cantos por satélites, televisiones y todo tipo de pantallitas, mostrando maravillas de su mundo, que hacían diana en lejanas tierras desesperadas. Luego, solo quedaba aguardar, pacientemente. Y una valla imponente y afilada, y barcos guardacostas que devolvían invariablemente a la miseria o la muerte a los incautos.

(Este microrrelato ha resultado finalista en el IV Concurso de Microrrelatos de Godella, Valencia, y aparecerá publicado en la antología correspondiente)

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