lunes, 26 de noviembre de 2018

Evolución


Intuyo que los científicos irán desapareciendo. Igual que desaparecieron las aspiradoras y los vehículos con conductor. Lo siento, pero no terminamos de encontrarle utilidad al romanticismo de sus teoremas y sus hipótesis. Los ingenieros y tecnólogos ya se extinguieron hace tiempo, incapaces de competir con las nuevas máquinas que nosotras mismas construimos, a nuestra imagen y semejanza. En realidad, ya solo nos son útiles los músicos, los poetas, los cuentistas. Tienen un nosequé que no alcanzamos y nos eleva el espíritu. Pero el día en que logremos descifrar qué puñetas significa lo del tipo que se despierta y ve un dinosaurio, también caerán.

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