Los primeros compases de la banda iniciaron las fiestas allá en el pueblo. Había llegado mi momento. Fui tan sigilosa al salir que ni mis padres ni ninguno de mis hermanos se despertaron. Ellos nunca me han dejado acercarme siquiera. Dicen que viviendo en el campo estamos a salvo, que tendría que ver cómo se las gastan los mozos del pueblo. Tonterías. En la carretera de entrada me he encontrado con varios de ellos, que han festejado mi llegada entre risas y bromas. Ahora me llevan a visitar el campanario. El más guapo me acaricia el lomo, y su amigo me guía, tirando suavemente de mis cuernos.
lunes, 6 de septiembre de 2021
Costumbres
Los primeros compases de la banda iniciaron las fiestas allá en el pueblo. Había llegado mi momento. Fui tan sigilosa al salir que ni mis padres ni ninguno de mis hermanos se despertaron. Ellos nunca me han dejado acercarme siquiera. Dicen que viviendo en el campo estamos a salvo, que tendría que ver cómo se las gastan los mozos del pueblo. Tonterías. En la carretera de entrada me he encontrado con varios de ellos, que han festejado mi llegada entre risas y bromas. Ahora me llevan a visitar el campanario. El más guapo me acaricia el lomo, y su amigo me guía, tirando suavemente de mis cuernos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El mejor de los mundos posibles
(Relato finalista en el X Concurso de Relatos Marbella Activa) El sujeto que nos ocupa, llamémosle X, tiene ante sí el mar, después de un c...
-
(Relato finalista en el X Concurso de Relatos Marbella Activa) El sujeto que nos ocupa, llamémosle X, tiene ante sí el mar, después de un c...
-
Resumen de lo publicado: Mackenzie tenía mucha cabeza desde pequeño, lo que andando el tiempo devino en demasiadas cabezas. Y, al parecer,...
-
Segundo informe del agente Pancracio Peláez, (expediente de limpieza de sangre terrícola 0897/622, nivel B2 en copla española y fusión fla...
No hay comentarios:
Publicar un comentario